A la sombra de un volcàn, Santorini

24.01.2013 15:21

Hola amigos:

 
Creo que mi domingo ha sido muy especial, me arreglé temprano para subir a la misa, porque curiosamente en esta isla chiquita hay una catedral católica muy bonita como de hace 100 años, tiene su altar labrado en hojilla de oro, su virgen del Carmén y está dedicada a San Juan, figura central de la iglesia. El obispo que oficiaba la misa era muy simpaticón, como esos padres de las películas italianas, tenía la ayuda de un sacerdote y un motón de monaguillos hasta una niña. Lo que hacían los niños era como un protocolo al obispo porque a la hora de la comunión el sacerdote la repartió junto con el vino él solo. Metía la hostia en el cáliz y así te lo ponía en la boca. Es algo extraño oír una misa en otro idioma porque uno tiene más o menos una idea de lo que está pasando pero no entiende, lo que me llamaba la atención era que sus rezos se alargaban mucho más que los mios por lo que presumí que es un idioma que debe tener muchas vueltas. No, nada fácil el griego, reconozco mi imposibilidad, creo que Marisabel tiene razón nos debemos meter con el italiano.
Se termina la misa y aprovecho para dar una vuelta por las laberínticas calles de Fira, subo y subo, el día hermoso, soleado, voy a la entrada de la subida del puerto, por donde suben los turistas en burro, 588 escalones,son más bien como 588 bloques de acera. Marisol que quería y quería montarse en el burro, queda pendiente, ya será, deseo que hagan muchos viajes mis sobrinas, que recorran el mundo y aprendan de aquí, de allá de todas partes.
Entro al museo arqueológico pero no tiene tan bellas piezas como el otro, aunque me fascinan algunas piezas, un kuro, es igualito a Alejandro mi hermano.Me llama la atención que en la etapa geométrica usan cruces y esvásticas, siempre me parece curioso.
Sigo disfrutando de un buen día, me encuentro a Lennie pero solo me cuenta que ha estado dando muchas vueltas y que algunas partes no le resultaron interesantes, no me dice de hacer algo juntas así que sigo, me encuentro con una brasileña igual, me acerco a la parada de autobús y me encuentro a una filipina, de treinta años que trabaja de enfermera en West Palm Beach, nos ponemos a hablar y le digo: " creo que con este día lo mejor es irnos a Perissa", la playa de arena negra y ella se vino conmigo en el autobús, bello el paisaje puesto que es al otro lado de la isla entre las montañas, la playa impresionante, su suelo es negro porque está formado de puras piedritas de volcán, caminamos en el mar y si hubiese llevado el traje baño me hubiera bañado, hubiese sido colosal. Almorzamos en un taberna griega frente al mar, realmente bello el lugar, comí como un fingía de cordero y ella menos aventurera una omelette, buenisimo el cordero. Me contó que se vino a Santorini porque descubrió que su novio  está muy enfermo y no se lo quiere decir y no sabe que hacer. Yo le dije que aproveche esta semana para averiguar cuanto lo ama, porque solo el amar puede con esas tareas.
 

Nos regresamos y ella se tuvo que ir porque su hotel está en Oia y yo que juraba que ahí estaba todo cerrado, pero los turistas estamos como regados por todos lados. Me fui a ver el atardecer a mi café que es algo extraordinario, con la caldera y las paredes volcánicas rojas con rayas blancas y negras, un barquito recorriendo las aguas, el atardecer y a mí lado una pareja, Sí, ella venezolana y el de origen español pero ambos viven en Houston porque él trabaja para una petrolera norteamericana, hermosa gente, yo creía al principio que eran amantes y resultan que tienen 26 años juntos, que bello es encontrar gente que sí es pareja, que se tiene la una a la otra. Ella vino a verlo porque está haciendo un trabajo para una petrolera de acá. Imagino que tiene que ver con el transporte de petróleo, puesto que en eso Grecia es el mayor puente entre los países árabes y Europa.