En Los Roques

22.02.2013 23:49
 
 
Este diciembre lo pasamos en los Roques, cada vez que voy descubro algo nuevo, en esta ocasión disfruté muchísimo ver a mi hijo Dani y a mi ahijado Rolo haciendo kite-surf. Al verlos pensaba que si ese deporte hubiese existido en mi época yo me hubiese atrevido a practicarlo. Ahora con mis años y luego del accidente no me atrevo, es probable que si no hubiese sufrido el accidente me atrevería a pesar de mi vejentud, porque siempre fui muy osada. La gente siempre me dice soy muy valiente, yo creo que sí, el otro día fui al parque del este y me pusieron una culebra como si fuera un collar, muchas personas no lo harían, pero yo estoy abierta a todas las cosas. Sobre todo a los sentimientos, soy alegre cuando logró vencer mis propios records, cada vez que hago una piscina más, cada vez que en mis clases de dibujo pinto algo hermoso y el profesor me felicita. Soy muy feliz cuando mi hija cruza la calle y llegan mis nietos, que han crecido bastante. Ya Sebastián Cayo está más alto que sus padres y eso que todavía no ha finalizado su etapa de crecimiento y Laura Aquilina está hermosa con el pelo largísimo, fascinada en sus clases de canto.
 
Soy muy feliz, porque muchas cosas me hacen feliz, por ejemplo, mi sobrina-nieta, quien nació el mismo día que mi mamá y de su tío-primo Andrés, con la cual juego a través de las manos, las chocamos extendidas y en puño. No puedo evitar mi alegría al darme cuenta que nada más le enseño la mano, ella sabe que vamos a chocarlas. Los niños son muy especiales, nos regalan instantes de felicidad pura