Desde Meteora, lo que alguna vez fue un mar.

Hola amigos:

 

Tenía muchas ganas de escribirles a cada uno de ustedes pero se está de viaje y siempre apurado, por ejemplo, ya tengo muchas ganas de ir por una mousaka que no he comido hasta ahora ninguna. tampoco he conseguido muy buenos quesos feta, aclaro, hay tantos que no se logra descifrar el asunto. Así aprovecho para contarles mi primera observación, los griegos no son muy buenos para explicarles a uno su mundo, les preguntan y te miran como si estuvieses completamente loca. Tampoco hablan tanto ingles, es probable que en el verano como abren muchas tavernas y restaurantes estos sean los griegos que quieren comunicarse con el mundo. Eso me ha hecho sentirme un tanto Neruda con su residencia en la tierra, el hombre distante que somos todos. Hoy le decía a una joven que me tocó de compañera en el tren, estudiante de la universidad que manejaba muy buen inglés: "Somos iguales y somos diferentes".

El viaje en tren fue fácil, la hora un poco fastidiosa porque hay que salir temprano del hotel para estar en la estación, pero me la tomé con calma y los rezos de Teresa y de Marysabel, quienes me escribieron que rezan mucho por mí, yo sé que si me trajeron bien. En estos momentos estoy frente a Meteora, por mi balcón, justo metí la mesita y la silla para armar mi escritorio y poder tener toda esa vibra. Hoy es el bautizo de cristo o la natividad para los ortodoxos, sin embargo no hacen mucha bulla al respecto, en las islas tiran una cruz para que los nadadores, generalmente los pescadores se sumerjan y la busquen, el que la encuentra será bendecido el año. Algo parecido tenemos nosotros en las costas venezolanas. ¿Qué tal es Meteora? Ayer mi amigo español me decía: "No tiene nada de especial, el pueblito es frío y cuatro calles, si los monasterios parecen nidos de aves y es extraordinario pero son monasterios no más". Pues aquí va mi sincera opinión, el pueblito es como andar en San Rafael de Mucuchies en pleno páramo, las montañas entre los tepuyes y el gran cayon, tiene algo, paz, porque creo que gente buena vino a dar por estos lados. Así que Tere voy a pedirle a Dios por Venezuela, para que el bien nos alumbre y seamos un país mejor. somos un país hermoso, lleno de gente bella, ni se imaginan lo mucho que los extraño porque todos ustedes son mis compañeros en la vida, ustedes me regalan a ustedes mismos y los quiero mucho, a toditos, los extraño full, ya regreso el 18 y a ver si para el 20 Rocio nos presta la casa y cada uno aporta un retazo de las comidas navideñas y nos reunimos y nos mostramos las fotos.

Un inglés me dijo que esperaba que encontrará lo que estaba buscando, tal vez ya lo encontré, ustedes son mi lugar del corazón y la verde y golpeada Caracas, pero es bueno darse estas salidas, recorrer mundo, conocer otras maneras, aprender, hasta vencer nuestra propia soledad, porque entonces regresamos dispuestos a seguir sembrando y seguir cosechando.