Grecia sin hablar griego.

20.12.2012 11:53

 

Diciembre tiene la terrible maña de oscurecer muy rápido, los días van de punta a punta, se nos escapan rápido. Aquí a las cinco de la tarde ya voy camino a la casa, porque sin sol no solo llega la noche, entra el frío.

El día hermoso, apenas algunas nubes se muestran como insinuándose, el malecón cubierto de sol mientras caminé y caminé. Salgo temprano para alcanzar llegar al otro pueblo, con la intención de pasarlo y así descubrir algo más de la bahía. Dicen que si uno sigue se llega a una playa de arenas blancas a la que los turistas no van. Aún no lo sé porque caminé todo el malecón hasta Marathon, pasé el puerto,hasta una iglesia chiquita a mitad de camino. En todos lados aparecen estas iglesias, pintadas de blanco y azul claro, permanecen abiertas para que entren los viajeros. No he visto un sacerdote, sin embargo, cada vez que paso huele un incienso, alguien lo prende. esta iglesia al parecer es honor a los arcángeles San Rafael y San Migue, a quienes me he encomendando.
Marathon es un pueblo fraccionado, no logro entender sus calles, hay un centro con algunas wapotabepnas, nadie me ha explicado aún pero deduzco que las tavernas con v pequeña son como cantinas y depues vienen tabepnas y luego las wapotabepnas, están se especializan en vender pescado, se encuentran a la orilla de las playas. También montan como unos tarantines en los que venden la peska, lo que pescaron durante el día. Lo colocan dentro de cajas de madera y le ponen hielo. Ayer me puse a charlar con dos pescadores, me contaron que sus redes tienen alrededor de 7 metros de anchos, son finas e imagino que es por la clase de pescados que sacan que no son tan grandes. Son de color rojizo y algo más grandes y gordos que las sardinas. los pescadores me contaron que salen por las mañanas pero no tan temprano sino como a las 10 y regresan como a las 2, me fascina la idea de unirme a ellos.
Esta mañana caminé posiblemente demasiado porque quería llegar a esa otra playa lena de arena blanca, lo malo fue que me pegó mucho sol. Es curioso pero muchos griegos están curtidos por el sol, como si su piel fuese algo similar a sus kalamatas o a esas aceitunas negras que compré ayer en el mercado. Silvia me llevó en la camionetica a un mercado que hacen en las calles cerradas hacia la montaña, allí venden vegetales, frutas, zapatos, alfombras, aceitunas, salchichas, utensilios de cocina, huevos.No venden carne, tampoco pollos, ni quesos. Los cebollinos pero sobre todo los ajoporros eran inmensos, también baratísimo.Provocaba llevarse uno, solo por lo extraordinario que resultaban. Silvia me tradujo al momento de comprar las aceitunas, el vendedor te permite probarlas todas hasta que encuentras la que más te gusta y entonces te hace una bolsa de alrededor de quinientos gramos. Primero me dijo que costaban 4.50 euros pero cuando le di el billete de 20 no me devolvió los 50 céntimos y no hubo manera, se hacen los locos. Así me sucedió con el vendedor de gyros que me cobró 3 euros y después descubrí en el cartel que solo cuestan 1.50, lo más cómico es que en ese establecimiento hablaban de la revolución Chavista. Me preguntaban y me preguntaban si yo estaba con él. Siguiendo las notas cómicas también les cuento que vi a una sra. entrando a su casa y antes de hacerlo trataba de romper un plato, pero estaba durísimo y la vajilla no se rompía. Imagino que es parte de algún ritual, de esas cosas para la buena suerte. Otras curiosidades muchos griegos se bañan en el mar como si no hubiese invierno. Yo me quiero bañar uno de estos días que haga calor porque según los pronósticos puede subir la temperatura alrededor de los 17 grados, así que si me acercó a la playa con la toalla y como cambiarme, ya veremos, no vaya a hacer uno de Marisol y me agarre un catarro.
La otra noche me explicaron en el restaurant que  diciembre no es tan mal mes para venir, mucho menos enero. El peor febrero y yo que creía que si me venía a finales de febrero y a principio de marzo la iba a pasar maravillosamente, pues resulta que en es entonces el peor momento, llueve mucho e incluso cae nieve. Diciembre suele ser moderado, pero enero, según ellos enero es extraordinario. Cuenta el mito que esto sucede porque Zeus casó a su hija Afrodita con el más feo de los dioses, Hades, quien cuida el inframundo y viendo que su hija no era feliz le hizo un regalo, cada enero saldría del Hades y se pasearía por Grecia. Por eso llegan esos días de calor, consecuencia del momento cuando se abren las puertas del Hades para que salga la diosa.
Bueno eso espero porque además estaré en Santorini disfrutando del volcán, no sabría explicarles pero siento fascinación por los volcanes.
En mi caminata diaria atravieso unas ruinas arqueologicas, un pueblo que probablemente fue de origen egipcio ya que encontraron algunas piezas de carácter egipcio que se exhiben en el museo de Marathon, no es impresionante ni nada de eso, pero me hace pensar en las personas que poblaron estos lugares. Sus mundos de piedra. Imagino que se asentaron alli porque hay como una pequeña laguna, así lo tenían todo, agua, pesca, olivos. El mito dice que el olivo fue un regalo de Atenea a los atenienses, por eso la ciudad lleva su nombre. Los olivos crecen en todas partes, uno se voltea y en cualquier ricón hay uno, los reconozcos porque aún están cargados.
Esta zona es muy plana y me entran unas ganas de empezar a correr, mucha gente corre, me hacen reir porque van vestidos con chaquetas, otros con pantalones de a diario y zapatos de cuero, algunas mujeres con pañoletas y otros en shores nada más.
Nadie se mete con uno, los griegos no te hablan si tu nos le hablas, apenas saludan, son muy cerrados. En algunos lugares como en el supermecado son más atentos, ya me estoy haciendo una conocida se llama Constantina y me dijo que Cala significa bien. Tambien me explicó como se pregunta cómo estás? pero era más complicado y mi griego avanza a una palabra por día, si acaso, pero algo si ha pasado, he ido reconociendo las letras y descubrí menoy que deduje correctamente como menú y así, kotto-lotto, oaea calle, tha tlf.
Regresandome de Marathon justo cruzando los 5 restaurant que conforman el pueblo vino hacia mí una sra., la propia griega, falda negra, camisa oscura,pañoleta, zapatos bajos con medias hasta la rodilla. Me agarró amablemente y me señaló su taberna. "Kalamar-Bacalato" y yo "sardine" que había visto un letrero, pero ella insistió "Kalamar-Balato" y entonces entendí que sólo vendía esas dos cosas porque lo más probable era lo que su esposo había pescado.Ayer pasando por otro lugar vi como echaban la lancha a la mar justo a lfrente de lataberna,nada puede ser más fresco que eso. "Kalamar" y me senté en una mesa a la que le pusieron un mantel especial. Unos minutos después se apareció sonriente con unos calamares fritos enormes y una holgaza de pan. El pan por estos lados es durísimo y muy simple, me hace pensar en Jesús que partió el pan con sus manos y debió hacerlo porque es la mejor manera de comerlo.
Luego que pagué, Barbara me mostró las fotos de la familia y me invitó un café, volteé la borra y lo leí, me voy a encontrar con gente interesante, todo se veía clarito.Para Barbara era un orgullo inmenso haberme atraído a su taberna, porque se nota la crisis y también se ve a leguas que probablemente soy la única turista en estas playas.